Marrakech III. La plaza Jemaa el Fna

Plaza de la Jemaâ el Fna, en la transición entre su aspecto diurno y el nocturno.


Un nombre, varios orígenes:

El origen del nombre de la plaza mas afamada de Marruecos, la Jemâa el Fna, está sujeto a fuertes controversias. Fna significa matanza o aniquilación, aunque también se asemeja en parte a la pronunciación antigua de "nada" o "nadie", mientras que Jemâa puede tener varios orígenes: Jumua significa viernes, aunque en Marruecos "souk jumua" (zoco del viernes) es comunmente abreviado a simplemente jumua -lo mismo ocurre con los zocos del resto de la semana-, jemâa es reunión, congregación... , mientras que jamaá significa Mezquita. Todo este abanico de posibilidades ha dado lugar a diferentes hipótesis:
  1. El significado mas extendido y explotado para el turismo es "asamblea de la muerte" -Jemaâ en este caso vendría de Jemâa, reunión-. Los guías te cuentan que en esa plaza se ajusticiaba a los delincuentes mediante ahorcamientos y decapitaciones públicas con finalidades disuasorias, exponiendo durante días los cadáveres o sus cabezas. Aunque esta cruel costumbre -que, por cierto, no es específica, ni mucho menos, de estas tierras, sino que fué aplicada, en un momento histórico u otro, en muchas otras latitudes- está documentada, con días en los que se llegaban a ejecutar 40 personas, parece que en realidad no tiene relación con el nombre de la plaza.

  2. Según Eugene Aubin, el nombre significa "mezquita de tránsito".

  3. Otros autores señalan "la mezquita a la que no iba nadie" como su significado real, en referencia a una mezquita de época almohade que no pudo competir con la cercana kutubía.

  4. A finales del siglo XIX en esta plaza se ubicaba el zoco de los viernes, lo que lógicamente podría estar relacionado con el nombre.

  5. Sidi Hammed "el Mansour" construyó la mezquita "el Hna" (mezquita de la felicidad) en esta explanada, tiempo despues la construcción se derrumbó en horas de plegaria causando la muerte a cientos de personas y popularmente se cambió el nombre por mezquita "el Fna" (mezquita de la aniquilación). Esta hipótesis está avalada por Juan Goytisolo en su libro "Jemaa el Fna", documentado con un texto de 1695 que verifica los hechos.
Una plaza singular.

Si visitamos la Plaza con la imagen o la idea de las grandes plazas que encontramos en las ciudades Europeas -un amplio espacio en el centro del casco antiguo rodeado de edificios históricos de alto valor arquitectónico-, nos chocará el hecho de que la Jemaa el Fna no cumple con la máxima de la calidad arquitectónica de sus edificios, salvo la silueta de la Kutubía que se alza sobre el entorno a cierta distancia, ya que aquí, lo verdaderamente singular no es el continente, sino el contenido.

Definir a la plaza como "el corazón de la Medina" es, al margen de incidir en la metáfora tópica, no alcanzar a ver la verdadera función que este amplio espacio realiza para con la ciudad.- Cierto que la plaza cumple la función de canalizar y bombear todo el movimiento de la medina, que tarde o temprano termina confluyendo en ella, pero sobre todo, la Jemaa el Fnaa ha sido siempre y, aún hoy lo continúa siendo -a pesar de la velocidad de vértigo con la que muchas cosas están cambiando en los últimos años en Marruecos- la memoria y la esencia, el alma y la herencia genética de la ciudad. Una ciudad que, no en vano, ha dado nombre a todo el pais, y que fué identificada como tal durante mucho tiempo , como deja patente Alí Bey en la narración de sus viajes, ya que siempre la denomina Marruecos, nunca Marrakech.-


Visité la plaza por primera vez en la anochecida de un sábado de diciembre, hace ya más de 20 años.- La sensación de encontrase de bruces con un espacio diáfano tan inmenso que, sin embargo, ebulía por todas partes de actividad, convirtiéndose en una verdadera orgía sensual, fué sencillamente inenarrable.- Rápidamente tuve la certeza de que aquello era algo real, expontáneo, que era así simplemente porque era así y no de otra manera.- Aquello no tenía nada de artificioso ni de rebuscado, nada de representación teatral, nada de atracción turística.- La plaza era de los marraquechíes, tal y como ellos querían que fuese.- Mi vinieron a la memoria cientos de escenas, vistas en películas o imaginadas tras las páginas de un libro, de mercados medievales y orientales, de las ferias que se montaban anualmente junto a las ciudades productoras de lana o cualquier otro bien preciado... .

El barullo era continuo, mirases donde mirases: unos se concentraban en corrillos para seguir atentamente, haciéndose partícipes activos de ellas, las historias que los narradores (halaiquíes) - que cuentan las vicisitudes y milagros de tal o cual santo- representaban y vivian al mismo tiempo que las transmitían; otros se agolpaban junto a tenderetes de juegos de habilidad (pescar regalos con una enorme caña en una pequeña piscina de lona, depositar una moneda sobre alguno de las pequeñas figuras redondas de plástico que flotan sobre el agua de un barreño...), bien para intentar lo imposible, bien simplemente para mirar como lo intentaban otros sin conseguirlo casi nunca; un par de chavales -apenas unos niños- boxeaban rodeados de un corro de espectadores que vociferaba sin cesar animando a uno u otro; los vendedores de zumos aireaban las excelencias de su producto, mucho mejor y más barato que el de la otra veintena de carrillos idénticos que marcaban el límite exterior del meollo de la plaza; decenas de pequeños generadores runruneban sin cesar para dar luz a otras tantas decenas de puestos de comida -dispuestos en un ordenado desorden- que inundaban el espacio de humo -lo que en la distancia daba a la plaza la sensación de caldera en ebullición- y olores contradictorios... .


Había puestos de comida de todas clases y para todos los bolsillos, desde aquellos que se autodenominaban "restaurantes" y que ofrecían una amplia gama de platos -desde pescado frito hasta salchicas y brochetas-, y disponían de bombillas suficientes, mesas y bancos, hasta la señora sentada en una pequeña alfombra junto a un cartón de huevos duros y un salero, y que brindaba a su cliente la comodidad de poder comérselo sentado en una pequeña banqueta de madera, pasando por aquellos que, aprovechando la luz de algún vecino y un lumigas adicional, servían a sus clientes los trozos de carne al vapor en un papel de estraza sobre un pequeño mostrador metálico lleno de abolladuras, sin olvidarnos de los puestos de caracoles, donde cientos de conchas vacías se amontonaban formando un extraño cono de esqueletos blancos.- Algunos turistas curioseaban perplejos entre el laberinto de puestos, pero muy pocos comían en alguno de ellos, la mayoría abarrotados.-

A la mañana siguiente la plaza mostraba un aspecto absolutamente distinto al día anterior. Todos los chiringuitos de comidas habían desaparecido, los únicos que permanecían eran los puestos de zumo y los de dátiles.- Pero la actividad proseguía, aunque en un registro distinto. - El humo de los fogones había sido sustituido por un pequeño mar de amplias sombrillas, generalmente de color verde, que cobijaban del sol a pequeños puestos donde se vendía todo lo imaginable -y lo inimaginable también (foto izda)-, o se prestaban servicios de todo tipo, desde los dentistas, que mostraban orgullosos las pruebas de su buen saber hacer en esos menesteres, hasta los echadores de cartas, curanderos, vendedores de pócimas y ungüentos y otras actividades más o menos "esotéricas", sin olvidarnos de los encantadores de serpientes, los domadores de macacos... .- Los narradores continuaban, como la noche anterior, acaparando la atención de un buen número de personas que se arrebujaban en corrillos para poder seguir con atención las evoluciones de la historia que se contaba y representaba al mismo tiempo, haciéndoles reir o sorprenderse, según la ocasión.- Había también varios grupos de acróbatas y una pareja de cómicos que generaba una cantidad de risotadas increibles imitando de una manera muy afectada y exagerada a un homosexual.- Sin embargo, si el ambiente nocturno no daba concesiones al turista, el ambiente matinal era distinto.- Determinados trabajos estaban siendo irreversiblemente devorados por el tiempo, y su única posibilidad de supervivencia dependía del turismo y de poder ganar unas cuantas monedas posando para las fotos de los extranjeros. Es el caso de los aguadores (guerraf) enfundados en sus coloridos e inconfundibles trajes y coronados del amplio y característico sombrero (foto drcha), y el de los encantadores de serpientes (hnaichiya).- En consecuencia, el ambiente diurno de la plaza ya daba la sensación de combinar la tradición con las necesidades turísticas, dando el espectáculo y el colorismo que se busca.-

Buscando bibliografía sobre la Ciudad, me topé con la descripción que, de la Plaza, efectuó Cristóbal Benítez, viajero español y gran conocedor tanto del árabe como del thamazigh que en 1870 acompañó y guió -disfrazado de nativo, claro está- al geólogo alemán Oscar Lenz (éste disfrazado de médico turco que no sabía hablar turco, lo que estuvo a punto de dar al traste con todo, sus vidas incluídas) en su viaje a Tombuctú.- Cristóbal Benítez dejó constancia de su periplo en la obra "Viaje a Tombuctú" , y en ella menciona a la Plaza, a la que denomina Jemaa el Sena, de la que destaca que es la parte más concurrida de la ciudad, y el lugar donde se reúnen los narradores de historias, los juglares, los encantadores de serpientes, los domadores de animales y el lugar donde los jinetes hacen correr la pólvora.- Me sorprendió que un siglo largo después, e incluso hoy en día, esa descripción siga siendo perfectamente válida, al menos en la cuestión formal.


La plaza en la actualidad.-

Hoy en día la plaza sigue siendo como la rosa de Alejandría , roja de noche y blanca de día, y sigue conservando gran parte de su esencia.- Los narradores -herederos de los juglares medievales- siguen cumpliendo su función como transmisores del acerbo cultural de la ciudad, y continúan narrando sus leyendas y fábulas seculares y acercando a las nuevas generaciones los increíbles milagros y leyendas que rodean a Sidi Bel Abbés, Patrón de la ciudad y otros personajes notables.- Los grupos de acróbatas y saltimbanquis, muchos de ellos ligados a la devoción de santos sufíes, como los acróbatas de Sidi Hamed Ou Musa, siguen demostrando con sus acrobacias las habilidades aprendidas de las enseñanzas de su Patrón (1).- La caída de la tarde sigue transformando el espacio en una ciudad efímera de toldos y perolos humeantes, de olores intensos y de un vocerío continuo (foto superior).-

Sin embargo, se percibe que algo está cambiando, poco a poco, pero inexorablemente.- En mi opinión, la plaza se haya inmersa en lo que podríamos llamar "proceso de domesticación", que tiene como finalidad la adecuación de los servicios que presta la plaza a las exigencias de la modernidad y a las necesidades turísticas.- Un claro ejemplo de lo que quiero expresar, lo representan los puestos de comida nocturnos. Es cierto que con el ensolado y la dotación de agua corriente (por cierto, los tubos están simplemente sobre el suelo, en lugar de haber sido soterrados antes de la pavimentación) y de luz a los puestos ha otorgado a estos la posibilidad de una notable mejoría en cuestión de higiene, resultando más atractivos a los turistas, pero la homogeneización de los puestos y su estructura simétrica, al margen de acabar con los más sencillos, ha restado gran parte de la personalidad de esta "sui géneris" galería de restaurantes.

Por otra parte, muchas de las actividades que se desarrollan durante el día, están claramente orientadas hacia el turista, con nulo o escaso interés para el nativo, como los tatuajes de henna (foto izda.), los aguadores, las ventas de baratijas y recuerdos y sobre todo los "encantadores" de serpientes, especialmente agresivos si no cedes a sus pretensiones de pagar la friolera de 200 dh. por haberte puesto -sin tú pedirlo, que esa es otra- una culebra en el cuello para una fotografía (la discusión puede llegar a ser francamente desagradable).- Hasta los vendedores de zumos tienen dobles cartones de precios: 10 dh. por un lado, precio de turista que exponen durante el día, y 3 dh. por el otro lado, precio real, que exponen por la noche.- El proceso se ha iniciado, y la plaza corre un riesgo serio de convertirse en un parque temático, donde los actores se caracterizan cada día para llevar a cabo su función, creando una realidad ficticia.

Queda por saber hasta cuando los últimos juglares de la Jemaâ el Fna seguirán resistiendo la competencia de Internet y de los culebrones saudíes y egipcios vía satélite.- Desgraciadamente, iniciativas como la auspiciada por -entre otros- Juan Goytisolo, para declarar, como así ha sido, la Plaza como Patrimonio Oral de la Humanidad, no es más que una piedra en el zapato de ese voraz e inhumano "ente" al que denominamos "globalización" (antes algunos lo llamaban "progreso").

NOTA (1).- Información extraída de la obra "Viajes de un andaluz por Marruecos", de Bernardino Leon Díaz.- Editorial Arguval.- Málaga, 1998.-

6 comentarios:

javier dijo...

Hola Pablo.
Llevo varias semanas leyendo las entradas de este blog y debo deciros que es estupendo el trabajo que realizais.
Se nota que sois unos apasionados del país y las indicaciones son todas muy detalladas e interesantes.

Me gustaría, si es posible, contactar contigo por email ya que estoy preparando un viaje al sur en un par de meses.

Gracias y enhorabuena por vuestro blog.

PABLO MUÑOZ CARBALLEDA dijo...

Hola Ursula.
Gracias por tu comentario.- Respecto a lo que dices, ningún problema. Mi correo está en mi perfil.
Una saludo.

Parola Gonçalves dijo...

Buenas.
Tambien soy un seguidor deste blog que considero bueno.
Enhorabuena por vuestro blog.
Parola Gonçalves
Portugal

tere dijo...

hola! que suerte el haberos encontrado...me encata la forma q tienes de describir todas tus experiencias. En unas semanas me iré a Marrakech, poquitos días, solo 5, y buscaba algo de información. Esta será mi primera toma de contacto con este pueblo, estoy deseando!

Anónimo dijo...

Gracias por un excelente articulo muy equilibrado.

Solo criticar la última frase, pues la globalizacion, aunque no a gusto de todos si ha sacado a mas de 1000millones de la miseria y para mi eso es progreso.
Ha sido fea, pero como la democracia, es la menos mala de las alternativas.

Yo estoy muy orgulloso de los logros conseguidos y espero que el mundo continue en un camino de acercamiento y mas justicia social.

G. de La Pola dijo...

Hola Pablo, el sábado salgo hacia Marrakech (una vez más) y después al Gran Sur . Leo con avidez tu blog, que me encanta. No es mi primera vez a Marruecos, si al Gran Sur. Muchas gracias por este blog: genial!

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