El valle del Asif Ounila y el Tizi-n-Telouet, de 2.634 m, ha sido desde siempre el paso natural más utilizado para cruzar el Alto Atlas en dirección Marrakech desde las regiones situadas al E del Jebel Sirúa. El comercio caravanero que, proviniente del áfrica subsahariana se dirigía a Marrakech (y de ahí a los puertos de Essaouira, El Jaddida o Casablanca según el periodo histórico) vía Zagora o Sijilmasa, a través del Tizi-n-Telouet, convirtió a los Glagua, los habitantes de esta región, en una tribu poderosa, al controlar ese paso montañoso y monopolizar así los servicios de escolta y abastecimiento a las caravanas, ya que, como toda ruta comercial transitada, el bandidaje no era algo precisamente anecdótico, máxime teniendo en cuenta que gran parte de la ruta, casi todo el sur del Alto Atlas, era
blad es siva, es decir, territorio insumiso no sujeto a la autoridad del sultán, que ejercía sobre ellos, en el mejor de los casos, una autoridad exclusivamente nominal(1*). Por todo el trayecto desde Ait Benhaddou hasta la vertiente norte del Alto Atlas se construyeron decenas de kasbahs que vivían fundamentalmente de los servicios que ofrecían a estos "nómadas del comercio". De todao los pueblos de la ruta adquirió especial importancia la llanura de Telouet, por estar estratégicamente situada, a 1870 m. , antes de afrontar la última subida por las descarnadas laderas y barrancas que conducen al paso de su mismo nombre, o justo tras rebasar éste, si se va en dirección sur.
Es curioso señalar que cuando, en octubre de 1.883, Charles de Foucauld -uno de los primeros europeos, si no el primero, que se internó por el Alto Atlas y nos legó sus viviencias- accede a estas tierras tras cruzar el Tizi-n-Telouet, no nombra a ninguna población con ese nombre, si no a la enorme llanura existente una vez dejado atras el paso de montaña, que define como "risueña" en un contexto de montañas descarnadas, debido a la multitud de arroyos que la surcan que la dotan de una alta fertilidad (foto superior).- Foucauld señala también la existencia de varios pueblos en dicha llamura, a los que define como prósperos, de casas "altas y bien construídas" rodeadas de higueras y nogales, en contraposición con las "míseras cabañas" que había visto en la otra vertiente.- Nombra los poblados de Ait Badú e Imanuin, este último residencia del Glaoui, el caid de los Glaoua, por lo que también era llamado "Dar el Glaoui" (se supone que es el orgigen de lo que actualmente llamamos Telouet). - Hay que decir que, tradicionalmente, en Marruecos se denominaba con el patronímico de la tribu o región a los caids o gobernadores que nombraba el Sultán para ejercer el control de esos territorios en su nombre; así, el caid de los Galoua siempre ha sido "El Glaoui", independientemente de la familia a la que perteneciera.- La familia que nosotros conocemos como "Glaoui", que situó para siempre a Telouet en los mapas y que forma ya parte de la historia de Marruecos, rayando en algunos casos con la leyenda, tiene una historia muy particular que vamos a tratar de esbozar aquí en breves trazos.
LA FAMILIA GLAOUI.Finalizando la primera mitad del S XIX, el sultán Muley Abderramán nombra caid de los Glaoua a Mohamed U Hamed el Mezuari, originario de la región de Ouarzazate, y que, al parecer, fué el primero que añadió de forma permanente el patronímico "El Glaoui" a su nombre.- A su muerte, y aunque los caidatos no eran hereditarios, si no que los nombraba el sultán, su hijo El Madani El Mezuari El Glaoui se erige como nuevo caid.- Unos años después tiene lugar un suceso que, según los manuales de historia, marcará para siempre el devenir de estas tierras y de esa familia.- Parece ser que en 1893, y tras volver exhausto y derrotado de una campaña contra los siempre insumisos y orgullosos Ait Attá, Hassan I pasó unos días en Dar el Glaoui, donde fué atendido acorde a su rango y posición, y donde se le juró fidelidad absoluta.- En agradecimiento, el sultán nombro a El Madani El Mezuari su jalifa en la práctica totalidad de las regiones al sur del Alto Atlas (Pais Glaoua, Valles del Draa, Dades y Todra y Tafilalet), y aunque dicho nombramiento no dejaba de tener un carácter meramente "honorífico", ya que la mayoría de esos territorios formaban parte del
blad es siva, El Madani aprovechó la ocasión para ampliar sus dominios y área de influencia, bajo la cobertura nominal del sultán y el escaso aparato del Estado.-
Tras la muerte de Hassan I y la horrorosa gestión política y económica del manirroto Muley Abdelaziz, que dilapidó el tesoro del pais en suntuosos, inútiles e ilógicos gastos (pianos que nadie sabía tocar, cámaras fotográficas de oro macizo, etc.), y lo llevó a la bancarrota, algunas de las familias más influyentes conspiraron con su hermano Muley Hafid para lograr el derrocamiento de tan nefasto elemento, facilitando así su subida al trono.- Una de las familias que más se significó en la ayuda a Hafid fué precisamente la familia Glaoui, con El Madani al frente.- En agradecimiento (y ya van dos), Muley Hafid nombró a El Madani visir (lo que ahora llamaríamos Primer Ministro), y a su hermano Thami, Pachá de Marrakech.- El Glaoui que ha pasado a la historia como un personaje de leyenda: El Hadj
Thami El Mezouari
El GlaouiTras la muerte de su hermano El Madani, en 1918, al amparo de su cargo, y con el apoyo de las inmensas riquezas de la familia, fruto de la la explotación y el comercio de su mina de sal (*2), del cobro de impuestos y protección a las caravanas que pasaban por sus propiedades, y -según algunas fuentes- por el negocio de la prostitución en Marrakech, Thami El Glaoui, con una política claramente nepótica fué extendiendo sus dominios sobre la práctica totalidad del Sur del Alto Atlas, colocando a sus familiares en los caidatos más importantes y llegando ási a dominar toda la región, con el beneplácito de las nuevas autoridades coloniales.
Cuando se firmó el tratado de protectorado -1912-, las tribus del sur marroquí plantaron cara a los colonos capturando decenas de ellos a los que hicieron prisioneros dándole la custodia de los mismos a El Glaoui. Éste, haciendo alarde de magnífico estratega, a sabiendas de que la causa estaba perdida decidió entregar los prisioneros a los franceses, ganándose su gratitud y su confianza (y ya van tres). La administración colonial llegó a tenerle como un eje imprescindible de su soberanía en Marruecos, ya que tenían de su parte a una persona con un inmenso poder, conocida y respetada... tan solo sus súbditos constituían un auténtico ejército (mas de 600.000 personas).
Siendo una persona que movió las cartas de su vida con la maestría del mejor Tahur, cometió el error de jugarse un órdago con la persona que no debía. Entró en hostilidades personales con el Sultán Mohamed V por considerarle carente de ortodoxia, poniendo en su contra a los amazigh y las zaouias sureñas. Consiguió que París le destituyera de su cargo de Sultán en 1953 y le condenara al exilio. Sin embargo, la destitución del sultán fue totalmente impopular en el centro y norte del pais, y Francia decidió devolverlo al trono para evitar males mayores. Este fué el hundimiento definitivo de El Glaoui, quien tuvo que implorar clemencia al futuro rey, arrodillado y con la frente tocando el suelo. Se le concedió el perdón, pero al año siguiente murió en extrañas circunstancias. Sus posesiones fueron dispersadas y sus herederos desterrados.
La kasbah de El Glaoui:
El mayor legado que ha dejado el Glaoui en Marruecos son las decenas de Kasbahs que poseía en Todo el Sur del Atlas, sin embargo todas ellas están disolviéndose como un terrón de azucar por el paso de los años sin que nadie haga nada al respecto. Si a lo largo de vuestro viaje veis una gran Kasbah con bellos ornamentos pero arruinada y olvidada de la mano de Dios, hay muchas posibilidades de que fuera una de las suyas (ejemplo: Ait Laarbi en el valle del Dades, o la que corona Tinerhir). Muchas de ellas se encuentran en el valle del Ounila, al norte de Ait Benhaddou, y de ellas la mas destacada y lujosa es la que fue su residencia: el palacio de El Glaoui en Telouet, también conocida como "Kasbah de El Glaoui" (foto superior).
Sumida en el desamparo y la decadencia desde su abandono en 1956, el palacio de El Galoui aún nos permite admirar la lujuria y suntuosidad en la que vivía "el último señor del Atlas". Construida sobre los cimientos de un antiguo complejo que incluía una kasbah y una fonduk, se habla de que trabajaron en su construcción mas de 300 personas durante 5 años, de los cuales 3 fueron para los tallados de madera, estucos, vidrieras y alicatados. Destacan sus techos de madera de cedro tallada y policromada, su suelo de mármol de gran pureza, sus tejas de porcelana verde, sus cristalera
s, sus puertas (tambien de cedro), sus columnas y sus ventanas. La pena es que el estado de la construcción solo nos permite visitar una parte muy reducida de la misma, ya que el resto de las estancias o se han derrumbado o son peligrosas. Podemos visitar la recepción, el dormitorio principal y el harén, el patio y la terraza (foto derecha). La entrada es gratuita y el complejo tiene un guarda que hace las funciones de guía. Eso si, el guarda, aun cobrando por el estado, tiene costumbre de pedir una propina, aunque no exige una cantidad mínima... considero 10dh un buen pago por sus servicios.
Pese a las discrepancias que mantuvo el Glaoui con la dinastía alaouita, el rey Mohammed VI ha incluido el palacio de Telouet como uno de los monumentos a restaurar y proteger por el ministerio de cultura, aunque a día de hoy nada se ha hecho aún.
La ruta:
Telouet como pueblo no merece a mi entender mas atención que la visita al palacio.- Sin embargo, el valle del Assif Ounila es de una belleza destacable, tanto paisajística como arquitectónicamente y constituye en sí mismo una preciosa alternativa de una jornada para el trayecto de Ouarzazate a Marrakech. -Foucauld se quedó maravillado de ambos aspectos; menciona por un lado la belleza y fertilidad del valle del "Yunila" (es curioso que uno de los croquis con los que ilustró su libro, se corresponde fielmente a la foto inferior derecha), y por otro, destaca "la elegancia de las construcciones".- La belleza de estas aldeas y sus kasbahs cautivó también a Jaques Majorelle, pintor francés establecido en Marruecos en la primera mitad del pasado siglo, de manera que plasmó muchas de ellas en sus pinturas y carteles, como las Irunen y Anemiter.
Partiendo de Ait Benhaddou al norte, a escasos 6 km encontramos la Kasbah de Tamdakt (foto inferior izq), en estado ruinoso -las hay peores-. Fué una de las kasbahs mas bellas de El Glaoui, pero actualmente conserva únicamente su estructura y un par de torreones intactos, aunque la última vez que la visité vivían en ella un par de familias. Hasta este punto está asfaltado y a partir d
e aquí es pista blanda y transitable, con cuidado, por turismos , siempre y cuando esté seca, ya que en época de lluvias algunos tramos se convierten en auténticos cenagales y su tránsito no es recomendable.- Unos 30 km mas tarde el valle empieza a cerrarse y la pista remonta la pared E (foto inferior dcha) hasta situarse por encima del barranco que cierra el fondo del valle, donde las huertas se suceden como alfombra de verdor. La pista se estrecha desde este punto y atraviesa varios poblados de adobe dignos de mención como Assaka.- El ambiente que nos rodea es magnífico y un poco mas adeelante divisaremos en la otra orilla del barranco, a media altura del mismo, una serie de graneros y almacenes, construídos aprovechando las oquedades de la pared (foto derecha) . Tras un ligero descenso para volver a vadear el Ounila, volvemos a ascender a Angelz, pueblecito con varias kasbahs realmente bellas, y seguidamente llegamos a Anemitier, donde vuelve a aparecer el asfalto y cambiamos la dirección de S-N a E-W para llegar a Telouet tras 10 km. -
Por gran parte del trayecto la pista es muy estrecha y con un patio imponente. Por otro lado, la ruta se ha convertido en un "clásico" en la última década, por lo que , en determinadas épocas, el tráfico es considerable, siendo fácil encontrarse con caravanas de 4x4 que parecen no terminar nunca.- Por ello, es recomendable circular con precaución mirando siempre que sea posible la pista en la lejanía para divisar los coches con los que nos cruzaremos. Hay tramos donde pasan 2 vehículos pero están contados y tenemos que aprovecharlos bien-. Si os cruzais con un coche y os hace el gesto de un número con los dedos, significa el número de coches que vienen detrás de él, y debemos esperar a que pasen todos -no siempre se les ve-. Esta recomendación vale para cualquier pista.
Como anécdota, señalar que en el mapa Michelín de 2007, no aparece Telouet, ni siquiera la indicación de que existe allí una población .- En la ampliación de Marrakech, figura con letra pequeña, con el nombre de Inmouzer des Glaoua el Khemis, pero el nombre de Telouet no figura por ningún lado.- Desconozco la razón, pero queda dicho para los que tengan esa edición del mapa y se vuelvan locos buscando Telouet.
Comer y dormir:
No aconsejamos pernoctar en Telouet. Hay oferta, pero de establecimientos de categoría media-baja. Quizá el garito mas recomendable sea el "hostal du Telouet", justo frente al palacio. No hemos dormido en él pero si almorzamos -muy normalita la comida- y vimos las habitaciones. Lo mejor de este hotel es que ofrece alternativas para cada bolsillo... habitaciones con ducha, con lavavo, sin nada o las tarbas del salón, con precios que oscilaban entre 150 y 30 dh por persona.
Por tanto, la mejor opción es integrar Telouet en medio de una etapa, que por otro lado viene de perlas, y pernoctar en Ouarzazate o Ait Benhaddou, o bien en Marrakech.
Hemos recibido buenas referencias por parte de Moscacojonera de un hotel cercano a la kasbah de Tamdakth, la "Kasbah Ellouze". No lo conocíamos, pero ahí queda dicho.
NOTAS.-
(1*) Los territorios bajo control efectivo del sultan formaban el denominado
blad el makhzen.(*2) La mina de sal que explotaba Thami El Glaoui está a unos 10 km de Telouet, y a día de hoy continúa su explotación
Pedimos disculpas por la falta de originalidad al elegir la fotografía del encabezado, pero es obligada.
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