Oushgal, (relanzamiento)





Los graneros colgantes de Oushgal están situados en la alta cuenca del Oued el Abid, al norte de Imilchil, en los imprecisos límite entre el Atlas Medio y el Alto Atlas central. Lo constituyen pequeñas chozas enclavadas en un estrato calizo erosionado en medio de un acantilado de unos 200 metros de corte. Se accede a una parte de ellos por un sendero no demasiado peligroso pero tampoco apto para personas acrofóbicas. Para los coleccionistas de fósiles, la roca está cuajada de Rynconellas y diversos bivalvos.



En el pasado, en todo el Alto Atlas central y el Atlas Medio, las distintas tribus bereberes entraban a menudo en guerra disputandose terrenos fértiles y pastizales. El grano era el bien mas preciado de un poblado, pues era de las únicas provisiónes que permitían sobrevivir al crudo invierno. Cuando se entablaba una guerra con una tribu vecina, cada facción tenía sus propios ardides para salvaguardar las reservas de alimentos.- Algunas tribus, por ejemplo, las escondían en los almiares, dentro de la paja (también en el Rif me han hablado de estas prácticas).- La tribu nómada de los Ait Abdí encontró la solución a este problema construyendo los refugios y escondrijos en una estrecha repisa horizontal que recorre un escarpado y alto acantilado, lo que hoy conocemos como Oushgal, donde trasladaban los bienes mas preciados, o sea, el grano, las mujeres y los niños, en caso de conflicto mientras los guerreros defendían sus tierras. Unos pocos hombres eran suficientes para proteger los almacenes, ya que la escasa anchura del camino de acceso hacía que los atacantes fueran llegando en fila de 2, y no en masa. ¿Habeis visto la batalla en el abismo de Hell en "Las Dos Torres"?... es un buen ejemplo de lo que digo (foto izqda).

Siempre hemos tenido el concepto de Oushgal como un lugar ideado como defensa, pero entre la escasísima información y bibliografía que existe sobre el tema, hemos encontrado una información mas fiable en la que se afirma que los graneros fueron concebidos como lugar para ocultar los botines de las razzias que realizaban los Ait Abdí entre las tribus vecinas.- Roger Mimó, en su "Guía de Trekking y Excursiones en Marruecos" (Sua Edizioak.- Bilbao.- 1993) nos muestra un itinerario pedestre en cuatro etapas visitando ambos graneros, y nos explica su historia en los términos anteriores.- En todo caso, dá un poco lo mismo que los constructores de Ousghal fueran generalmente agresores o agredidos, el caso es que el conjunto tiene una clara vocación de ocultar posesiones valiosas, ya sea con fines defensivos o de agresión.



El conjunto de Oushgal no está formado por un núcleo único, sino que consta en realidad de dos grupos distintos de graneros y almacenes, incomunicados entre sí a causa de un tramo inaccesible , pertenecientes cada uno de ellos a facciones diferentes de los Ait Abdí.- El que es accesible desde arriba, se llama Ousghal Amajgar, pertenecía a la facción de los Ait Uidir, y su entrada estaba protegida por una caseta de vigilancia por la que era ineludible pasar para alcanzar los graneros. Esta caseta se derrumbó a finales de los años 90 (foto derecha, tomada en 1985).- Los graneros que continúan por la parte final de la pared, conforman el denominado Oushgal Amazdar que únicamente es accesible desde el valle, a través de una cueva que se abre a los pies del acantilado, cuyo interior vertical está equipado, según la información que tengo ya que nunca he accedido a ellos, con rudimentarias escaleras fabricadas a base de ramas y troncos, hasta llegar a la plataforma, lo que dota a la excursión de un punto de temeridad y osadía.- La recompensa es encontrar una serie de almacenes y graneros mucho más grandes y profundos que los del Oushgal Amajgar, mucho menos deteriorado y expoliado.


La época de las disputas entre tribus ya pasó hace varias décadas, pero las chozas de Oushgal han estado utilizandose con diversos fines hasta hace unos pocos años, en que el proceso de sedentarización de estas tribus se ha hecho irreversible. La primera vez que mi hermano Pablo visitó los graneros, en los años 80, las cabañas estaban en perfecto estado, con muchos de los techos intactos y encontrandose aún en su interior enseres de cocina, las escaleras y áperos de labranza (foto izda., tomada en 1985, donde se pueden observar las escaleras y el enramado que amplia artificialmente la anchura de la cornisa, actualmente caído o muy deteriorado. Foto dcha., detalle de la ventana y el techo de un almacén, año 1985). Solo 25 años despues, todo se encuentra en ruinas. Aun así, dedicar media jornada de viaje a visitar este lugar es una experiencia inolvidable.

Por último, añadir que Oushgal no es el único conjunto de graneros colgantes existente en los territorios de los Ait Abdí, ya que en el alto valle del Assif Melloul, en una zona donde el río fluye entre paredes verticales, después de pasar por la aldea de Ulgazi, también existe otro conjunto de graneros, conocido como Ighrem-n-Uchtín, de dificil acceso y localización.

COMO LLEGAR: Hay que tomar la carretera R317, que une Tizi-n-Isly con Imilchil, y tomar un desvío asfaltado, a unos 45 km. al norte de Imilchil, que se dirige a Bouferdá.- Poco despues de pasar la aldea de Cherket, tomad una pista que sale a la izquierda justo antes de una curva larga y abierta a la derecha (teneis como referencia una antigua casa forestal en la cara interna de dicha curva). Una vez en la pista Tras 200 o 300 metros cogeis el desvío de la derecha y continuais recto unos 7 km hasta encontrar una pequeña planicie donde aparcar el coche señalizada con unas piedras encaladas, desde la que se intuye el acantilado. Andais 100 metros hasta el cortado y desde ahí podreis ver Oushgal. El camino de acceso a pié está balizado, buscadlo a la izquierda de donde os encontrais viendo el patio. Esta misma pista por la que hemos llegado es la que nos llevaría a Anergui por un camino espectacular por el lecho del río (o incluso a Imilchil tomando un desvío a la izquierda a medio camino)... por tanto, es muy buena idea integrar esta visita en la ruta de una jornada Imilchil-Cherket-Anergui-Catedral de roca, una auténtica gozada estética -solo apto para 4x4, y no siempre-. Nota: Algunos mapas señalan el acceso a Oushgal por la pista que pasa por Bouferdá y no es correcto -un ejemplo, googlemaps-. Bouferdá no tenemos ni que llegarlo a ver.


COMER Y DORMIR: El turismo (que no los viajeros) aún no ha llegado a esta zona. Si queremos pernoctar por los alrededores hay que recurrir a la hospitalidad de sus gentes , o a la siempre aconsejable opción de acampar, existiendo buenos lugares para ello, sobre todo si continuamos la pista hacia Anergui, donde nos encontramos con el cauce de un río con agua abundante.- El lugar más cercano con infraestructura de alojamiento es Imilchil.- En Anergui también existe un albergue.

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El Jadida



El Jadida es una ciudad de unos 150.000 habitantes, capital de la importante región agrícola de Doukkala, situada en la costa atlántica marroquí, a unos 95 km al SO de Casablanca con la que se comunica mediante la N1 y una autopista de peaje.- Si bién la ciudad no merece la estancia de un día completo, no es menos cierto que la visita a la antigua ciudadela portuguesa y -sobre todo- al aljibe de la misma, bién merece acercarse a ella, aunque solo sea durante las 2 - 3 horas que se emplean en visitarla. Además se cuenta con la ventaja de disponer de un aparcamiento junto al acceso a la ciudadela, por lo que se puede entrar en la ciudad para visitarla "a tiro hecho".-

Un poco de historia:

A principios del siglo XVI los portugueses ocuparon varias plazas en el Atlántico marroquí con fines estratégicos y comerciales. Una de esas plazas fué Mazagán, tomada en 1502, en la que edificaron un castillo en 1514, aprovechando un antiguo emplazamiento almohade. Treinta y siete años mas tarde, en gran medida condicionado por una psicosis nacional tras la pérdida de otras plazas (Agadir, Safi,...) se decidió reforzar Mazagán y su castillo rodeándolo de sólidas murallas con cinco bastiones y acondicionando la sala de armas como un aljibe de gran capacidad para poder soportar largos asedios. Estas estructuras les permitieron resistir los envites de las tribus Doukkala durante dos siglos -ayudó bastante que en aquella época Mazagán fuera una isla-, pero el acoso a la ciudad era casi permanente. Durante un breve intervalo de 60 años (entre 1.580 y 1.640), y ésta es una historia que se repite en muchas ciudades del atlántico marroquí, la ciudad pasó a manos españolas, siendo recuperada nuevamente por los portugueses.


Al final, en 1769, tropas del sultán Sidi Mohammed Ben Abdellah con el apoyo de diversas Zawias obligaron a los portugueses a retirarse huyendo por el mar, no sin antes incendiar la ciudad y hacerla saltar en pedazos minando los bastiones y los muros defensivos, provocando así numerosas bajas entre el ejercito sitiador. La nueva ciudad fué desarrollándose extramuros, pasando a llamarse El Jaddida (la Nueva), nombre que ha conservado hasta hoy exceptuando el periodo de protectorado, durante el cual retomó el portugués. Un dato interesante es que cuando los portugueses se retiraron, lo hicieron rumbo a Brasil donde fundaron un nuevo Mazagán.

La fortaleza, el Mazagán originario, fué abandonada durante casi 50 años, siendo reconstruída por el sultán Muley Abderrahman en la décado de los años 20 del S XIX, aunque no fué ocupada nuevamente hasta la segunda mitad de ese siglo, ya que los nuevos pobladores preferían establecerse en la nueva ciudad desarrollada extramuros.- La reconstrucción de El Jadida fue pragmática, conservando en todo lo posible la estructura de Mazagán y, por consiguiente, su arquitectura. A día de hoy, la ciudad conserva sus murallas, 4 de los 5 bastiones, maravillosos vestigios barrocos y puede presumir de ser, junto con Melilla (Capilla de Santiago) y Safí (Capilla Portuguesa, resto de la inacabada Catedral), una de las tres ciudades africanas que cuentan con presencia de arquitectura gótica en su patrimonio histórico y cultural.

Durante la segunda mitad del S XIX, la importancia de El Jadida como puerto comercial fué aumentando al mismo tiempo que declinaba la de Essaouira , debido a que el comercio subsahariano se había desviado desde ésta Ciudad hacia Marrakech, que exportaba los productos hacia Europa a través del puerto de El Jadida. La gran actividad comercial de Essaouira a principios de siglo, constatada por Alí Bey, había quedado reducida al monopolio de las caravanas procedentes de Sudán, como observa Charles de Foucould cuando la visita en 1884.- Esta creciente importancia comercial de la Ciudad, fué la que originó que el antiguo recinto amurallado, tantos años abandonado, fuera ocupado nuevamente, principalmente por comerciantes y embajadores europeos (paradójicamante la portuguesa era una de las colonias más importantes) y por una nutrida y activa comunidad judía, que -en contraposición con la norma general en el país- no quedó confinada en un único barrio, sinó que se mezcló con el resto de la población en un ambiente de tolerancia y convivencia.

Que visitar:

La ciudad nueva , según mi opinión, carece del más mínimo interés, no teniendo atractivo alguno, ni siquiera sus playas, algo sucias por las actividades portuarias y la cercanía del puerto minero de Jost Laffar donde se exportan los fosfatos obtenidos en Khouribga, y abarrotadas en verano. Paradójicamente, El Jaddida goza de una buena reputación turística, y muchos marroquíes no pueden ocultar su orgullo al hablar de ella, lo mismo que sucede con Agadir.

Lo único interesante de la ciudad, y que por sí sola merece la visita a la misma, es la antigua fortaleza que conformaba la ciudad portuguesa. A pesar de haber sido declarada como patrimonio de la humanidad por la UNESCO y restaurada en gran parte, hasta hace bien poco la mayor parte del recinto amurallado presentaba un aspecto deplorable, sucio y maloliente, con acumulación ingente de basuras y todo tipo de residuos por todos los rincones , salvándose únicamente de este desastre general la calle principal, donde se concentran los comercios y locales turísticos (Rue Mohammed Ahchemi Bahbai o Rúa da Carreira) y algunas de alrededor, así como los Bastiones del Ángel y de San Sebastián. Afortunadamente, en mi última visita a la ciudad (abril/09) he podido constatar la puesta en marcha de algo así como un "plan integral de rehabiliación del recinto histórico", que en menos de un año ha logrado resultados sorprendentes, ya que se han saneado todos los solares y rincones donde se acumulaban las basuras, se han realizado diversas actuaciones de rehabilitación, y el conjunto presenta un aspecto mucho más atractivo y, sobre todo, un ambiente mucho mas digno para sus residentes.- Asímismo, hay que decir que la ciudadela ha perdido parte de su efecto estético, al haber quedado enclavada en el interior del nuevo puerto.



La cisterna portuguesa.- (Entrada 10 Dh.).- Se construyó al mismo tiempo que la fortaleza cumpliendo las funciones de armería (1514). Fué en 1541 cuando se transformó en cisterna. Es una gran sala cuadrada de 33x33 m, el techo está formado por 36 bóvedas que se apoyan sobre 25 columnas. El conjunto impresiona por su robustez y la semipenunbra en que se haya.- La imagen de las bóvedas y columnas, apenas iluminadas las más lejanas, reflejándose en la fina película de agua que recubre el suelo es sobrecogedora e inolvidable, recordando más a un lugar de meditación y recogimiento que a una sala ideada primigeniamente con fines militares.- Su arquitectura de estilo gótico es única en África.

Tras el abandono de los portugueses la cisterna permaneció oculta durante casi otros 2 siglos. Fué en 1916 cuando se redescubrió casualmente -un comerciante derribó un muro para ampliar su garito y se encontró con el hayazgo-. Se vació la cisterna manualmente, se restauró y se abrió una claraboya central para que entrara luz solar.

Orson Wells transformó la cisterna en Hamman para la película Otelo, en una de las escenas mas mitificadas de la historia del cine.

Encontraremos la cisterna en medio de la calle principal de la ciudadela (Rue Mohammed Ahchemi Bahbai o Rua da carreira).

La muralla: Presenta cinco bastiones, cuatro reconstruidos, y está acondicionada para pasear por lo alto de ella en toda su longitud. En la puerta del mar -ahora cerrada, antes comunicaba la ciudad con la orilla-, donde desemboca la calle principal, podemos acceder al paseo de Ronda. El Bastión del Angel (NW) y el del Espírutu santo (NE) son los que mejores vistas nos dan de la ciudadela y la zona del puerto (foto inferior).- El bastión de San Sebastián (SW) fué en su época sede de la inquisición. El bastión de San Antonio es el que se encuentra al SE. .- El recorrido por toda la muralla es muy agradable y aconsejable -máxime en la actualidad, que se han eliminado la práctica totalidad de focos de basuras y puntos negros que existían- permitiéndonos observar el conjunto del recinto amurallado y sus fosos en su totalidad y desde diversas perspectivas.


La ciudadela: Con un poco de imaginación, un paseo por la ciudad fortificada puede convertirse en un viaje en el tiempo, ya que es un fiel reflejo ruiniforme de lo que fué hace siglos, aunque las nuevas actuaciones de rehabilitación parecen que pueden dar frutos.- Habrá que dar tiempo al tiempo.- Aún se conservan en pie tres iglesias -aunque cerradas-, y algunas viviendas tienen un soplo portugués. También nos encontramos con una sinagoga. El Mellal está deshabitado debido al éxodo iniciado en los 50. En la foto: Iglesia de San Antonio de Padua tomada en blanco y negro -2005-.


Comer y dormir:

Como se ha dicho anteriormente, y es una opinión personal, El Jadida no merece la estancia de una noche, y es recomendable continuar , si vamos hacia el S, 80 km. más hasta Oualidía ( 1 hora), o, si viajamos hacia el N, 200 km. más hasta Rabat (menos de 2 horas si tomamos la autopista).- No obstante , si decidimos hacer noche en la ciudad, hay que hacer constar que, mientras la oferta es buena en hoteles de gama alta, para bolsillos anchos y profundos, no ocurre lo mismo en lo relativo a alojamientos de calidad media.-

  • HOTEL SOFITEL ROYAL GOLF.- Es el mejor de la ciudad, situado a 7 km. en dirección a Casablanca, junto al mar y prácticamente inmerso en un campo de golf. Se trata de un complejo turístico formado por edificios bajos.- La habitación doble costaba 1.100 Dh. en 2006.

  • HOTEL IBIS MOUSAFIR.- Situado en la Plaza Nour El Kamar, en el NE de la ciudad, junto a la playa.- Se trata de un hotel moderno, con más de 100 habitaciones completas (A/A, tv, etc.).- En abril/06 me pidieron 500 Dh. por la doble.

  • HOTEL ROYAL.- Situado cerca del centro, en la Avda. Mohamed V, nº 108, a no más de 15 minutos andando de la ciudadela.- Se trata de un hotel destartalado, aunque no exento de encanto, pero de acogida fria y distante (bueno, tampoco se pide que hagan la ola). Las habitaciones son amplias, limpias y de techo alto (3 - 4 m.), dotadas de TV y con un balcón, que puede dar a la calle o al jardín interior. El baño es un añadido, consistente en un cubículo mas o menos amplio de cristales esmerilados, instalado en un extremo de la habitación. En abril/2006 me cobraron 200 Dh. por una habitación cuádruple. No dan cenas ni desayunos, pero tiene un bar en el patio interior frecuentado por marroquíes, lo que origina un ambiente bullicioso hasta las 10 de la noche, hora a la que lo cierran.

  • HOTEL DE PROVENCE. En la Avda. Fquih Mohamed Er Rifi, nº 42, también céntrico, muy cerca de Correos y a menos de 10 minutos andando de la ciudadela. Se trata de un hotel vetusto y de aspecto colonial, que ha conocido tiempos mejores. La verdad es que cambiando el húmedo y oscuro papel de las paredes, y deshauciando esa sempiterna y sospechosa moqueta granate de muchos hoteles franceses y marroquíes, el establecimiento mejoraría bastante.- Las habitaciones son sencillas pero correctas, con baño completo.- La media pensión salía a 220 Dh. en 2006.- Sin embargo, el reestaurante de este hotel es uno de las más recomendables de la ciudad, aunque tampoco es como para tirar cohetes..- Disponen de licencia de alcohol.

Para comer, la verdad es que me recorrí la ciudad entera sin encontrar ningún sitio atractivo para cenar, y algunos que recomendaban ciertas guías, se habían recorvertido en bares locales. Al final, varias personas me recomendaron el restaurante del hotel de Provence.

Como curiosidad, reseñar que junto al puerto, existe una nave con numerosos puestos donde venden pescado ya frito para consumir allí mismo. La verdad es que la visión de la comida no resulta ni atractiva ni apetitosa, pero si, cuando menos, curiosa.


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EL VALLE DEL ASSIF TIFNOUT

AL SUR DEL TOUBKAL


El Assif Tifnout es el arroyo encargado de conducir hasta el Oued Sous, en clara dirección SSW, las aguas que nacen en la vertiente Sur del Alto Atlas occidental, y concretamente en el macizo del Jbel Toubkal, regando un estrecho valle y convirtiéndolo en una alfombra de verdor en un contexto de montañas descarnadas.- Al mismo tiempo, constituye la depresión que separa como una frontera natural el Alto Atlas del macizo volcánico del Jbel Sirúa, que sirve de nexo montañoso entre aquel y el Anti Atlas.

La belleza y frondosidad del valle, la sucesión ininterrumpida de aldeas tradicionales, donde el color terroso de las viviendas, construídas en tapial, contrasta con el blanco de los minaretes de las mezquitas, la posibilidad de atravesar el reborde sur del macizo del Toubkal, del que se obtienen buenas perspectivas a lo largo del recorrido, y la oportunidad de acceder al Lago Ifni, una intensa mancha azul entre roquedos casi lunares, constituyen motivos más que suficientes para internarse por estos parajes y disfrutar las enormas posibilidades paisajísticas y humanas que nos ofrece.-

Se trata de una zona muy poco transitada y escasamente conocida, lo que se trasluce especialmente en el comportamiento de los niños, que no sólo no se acercan cuando ven un vehículo, aunque observan con curiosidad, sino que huyen despavoridos cuando haces ademán de acercarte a ellos.-


Si queremos realizar la ruta remontando el valle, debemos iniciarla desde la región de Taroudant, tomando la N 10 (antes RP 32), en dirección a Talouine, dejando a la izquierda el desvío que conduce, a través del Tizi-n-Test y el valle del Nfiss, a Marrakech.- Aproximadamente 30 km después de dicho desvío, debemos tomar un cruce a la izquierda que se dirige a Aoufour y Askaoun, abandonando la N 10.- A partir de aquí, y dejando siempre el rio a la derecha, remontamos durante un tramo el Oued Sus hacia su cabecera de cuenca, pasando junto a un pequeño embalse.- Poco después de Aoufour se termina el asfalto (en el año 2006), aunque a partir de aquí, y durante cerca de cincuenta km, la pista es ancha y en buenas condiciones.- Tras un par de fuertes subidas y de dejar dos desvíos a la derecha que nos conducen a Askaoun, una de las poblaciones más importantes del macizo del Jbel Sirúa, desde un alto divisaremos los primeros pueblos del valle, sembrados en las laderas, vigilantes de la intensa cinta de verdor que , escoltando al río, tapiza su fondo (foto superior).- Los huertos se entremezclan con todo tipo de frutales, con predominio de nogales, almendros, higueras y olivos, formando un auténtico vergel que hiere de colorido la aridez extrema de las montañas.- Una a una se van sucediendo a ambos márgenes del rio las pequeñas aldeas de los Ait Tifnout, todas ellas de tapial y de aspecto tradicional, que emergen entre las huertas aterrazadas que trepan por el inicio de las laderas(foto dcha).- Permaneceremos siempre en la margen izda. del río, según el sentido de la marcha, hasta pasada la aldea de Tizouguine, donde la pista cruza el Assif Tifnout, estrechándose bastante a partir de aquí y pasando por un tramo a media ladera en el que se pueden tener problemas si ha llovido, ya que se acumula bastante barro (foto encabezado)

Apenas 6 km. después de atravesar el río, nos encontramos con una pista que dejamos a la derecha, procedente de Askaoun, para entrar a continuación en Assarag, desde donde podremos observar los enormes contrafuertes que bajan del macizo del Toubkal.- Todas estas aldeas, como se ha dicho, son de una belleza plástica extraordinaria, completamente adaptadas al entorno y aprovechando al máximo cualquier lugar que la ruda estructura montañosa permita.- Una curiosidad de la zona es la heterogeneidad de los minaretes de las mezquitas, que podemos encontrar de todos los diseños imaginables. El de la mezquita de Mezguemnat es muy curioso; se trata de un minarete rectangular, muy alto, almenado en su parte superior, y con una sorprendente balconada a media altura.- Las paredes están divididas en rectángulos, cada uno de ellos con una decoración geométrica y un colorido distinto al resto, pero formando un conjunto armonioso y efectivo. (foto izda.) .- En la siguiente población que nos encontramos, Mezguemnat, llegaremos a un cruce, que debemos tomar a la izquierda si queremos continuar hasta la cabecera del valle y el lago Ifni, del que nos separan 12 km, los últimos 4 con un fuerte desnivel (cercano al 10 %) , continuas curvas y pedregoso.- Antes pasaremos por diferentes aldeas, como Imlil (no confundir con la aldea del mismo nombre que se encuentra en la vertiente norte y que es el punto de partida para la subida al Toubkal por la vía normal; a más de uno la confusión le ha costado caro) y Amsouzart.- Desde que abandonamos la N 10 hasta Mezguemnat, habremos recorrido 75 Km.

Si no queremos volver por el mismo lado, aunque si subimos a cabecera del valle y al lago hay que volver inevitablemente hasta Mezguemnat, entonces podemos tomar la pista que sale de esta población, en dirección NO hasta Agouín, en la N 9, unos 25 Km. antes de coronar el Tizi-n-Ticka, en dirección a Marrakech.- Se trata de una pista de montaña, más estrecha y en peores condiciones que la que nos ha traído hasta aquí, pero que no presenta problema alguno, con una longitud total de 65 km.- Por esta ruta, abandonamos la placidez y belleza del valle, así como su protección, para adentrarnos en una sucesión de pequeñas mesetas y colinas áridas y calcinadas donde mueren los últimos contrafuertes de las altas montañas, que debemos de atravesar por varios pequeños puertos, todos ellos de más de 2.100 metros. Pero como contrapartida, el horizonte se ensancha, ofreciéndonos en algunos puntos excelentes panorámicas del macizo y del propio Toubkal, desde una perspectiva y con un aspecto totalmente diferente al que se observa desde la zona N, ya que aquí la cumulación de nieve es muy escasa, limitándose únicamente a algunas líneas verticales que cubren las barrancas, y a un pequeño sombrero blanco en las cumbres (foto derecha) .-

Las pequeñas aldeas, todas de arquitectura tradicional, aunque en algunas el hormigón ya ha hecho su aparición, se suceden a ambos lado del camino, siempre enmarcadas entre huertos aterrazados en los que los frutales se hacen más esporádicos que en el valle que hemos abandonado, y aprovechando los márgenes de las torrenteras que bajan de las montañas, para asegurarse así el escaso aporte hídrico de la región (foto inferior).-

Si hemos decidido hacer la ruta completa, habremos recorrido un total de 140 km. desde que abandonamos la N 10, los cuales, salvo los 10 ó 15 km. primeros que están asfaltados, son todos de pista.- Lo anterior sin contar con la subida al lago Ifni, en cuyo caso debemos de sumar 24 más (2 horas).- Debemos calcular un total de entre 6 - 8 horas.-

COMER Y DORMIR.-
La única infraestructura de alojamiento en toda la zona consiste en dos sencillas gîtes d'etape que se encuentran a mitad de camino si queremos hacer la ruta completa, concretamente en las aldeas de Mezguemnat (junto al cruce de subida al lago) y Amsouzart, a unos 6 km. de ésta, en dirección al lago.- En las poblaciones más importantes, encontraremos algunos cafetines donde poder comer algo, así como pequeñas tiendecillas para poder abastecernos de lo básico (pan, agua, quesitos, refrescos, etc.).-
Si iniciamos la ruta desde el valle del Sous, yo recomiendo alojarse en el hotel Riad Hida, en Ouled Berhil, a 40 km. de Taroudant, en dirección al Tizi-n-Test.- Se trata de un palacio del S. XIX, con unas estupendas instalaciones (jardines, piscina, etc.), una decoración de salones y zonas comunes admirable, unas extraordinarias y amplias habitaciones, limpias y acogedoras, muchas de ellas con salón y algunas con chimenea, y una buena cocina, aunque únicamente preparan un menú, por lo que no se puede elegir (fotos inferiores: jardines y techo de madera policromada del comedor).- El desayuno, a base de mermeladas caseras de distintos tipos (la de higos está exquisita) es digno de mención.- La media pensión salía a 450 Dh en abril/09.- Se encuentra un poco lejos del centro del pueblo, teniendo que tomar una pista a la derecha (viniendo de Taroudant), durante 1 km.- Existe un indicador que lo señala.










Si comenzamos desde el este, podemos tomar como punto de partida Ouarzazate o Ait Ben Haddou
NOTA: Cuando realicé la ruta, en abril/06, me enontré un día oscuro y lluvioso, por eso las fotos tienen la luz que tienen.- No obstante, nunca me ha considerado un buen fotógrafo.



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